En sus etapas iniciales, Second Life no se diferenciaba demasiado de otros videogames dedicados a la guerra en línea. Pero ya estamos demasiado lejos de ese infantil concepto de conflicto que hoy se sigue desarrollando en el Metaverso por medio de los Roler Play (RP). La guerra entre clanes se posiciona en su Segunda Era, a la que llamaremos Devastación 2.0.
A las posibilidades instaladas por el imaginario bélico tradicional se le fueron sumando otras perspectivas, las mas interesantes de ellas elaboradas a partir de la histórica contraofensiva situacionista pero esta vez adaptadas a las singularidades propias de un mundo virtual.
Una agresividad psíquica, despiadada, siempre sutil.
Una violencia que actúa directamente sobre la sensibilidad que desarrolla el software.